El día de hoy hemos estado viendo uno de
los videos más interesantes, a mi juicio, de los que hemos visto en el máster.
El video en cuestión ser llamaba “Una clase dividida”. En él Jane Elliot, hoy
una reputada activista estadounidense a favor de los derechos igualitarios en la lucha contra del segregacionismo racial,
trata de concienciar a sus alumnos (el vídeo data de los años 80) de lo que
supone el rechazo por culpa del aspecto físico.
Jane da así preferencia en primer lugar a
los alumnos de ojos azules frente a aquellos que tienen ojos marrones
comprobando como estos primeros acaban por creerse superiores a sus compañeros.
Al día siguiente el experimento se realiza a la inversa con el mismo resultado
y probándose no solo como la inculcación de un ente superior a uno inferior de
una determinada idea no es solo muy posible, sino que va acompañada de una
falta de solidaridad en este caso dada
por aquellos niños que aun dejando claro su opinión contraria ante lo que es la
discriminación por un rasgo absurdo como son los ojos, no dudan en beneficiarse
de la desgracia de sus compañeros.
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