Castilla y León, tierra de vinos y sorpresas

Si por algo se ha caracterizado Castilla y León a lo largo de su historia es por lo desconocido que entraña su carácter; si bien ha sido la “capital del mundo”, nunca se caracterizó por su exaltación de la riqueza. Si bien posee uno de los mayores patrimonios artísticos de España, pocos saben de su existencia y si bien a día de hoy es considerada por muchos como una de las comunidades menos influyentes de nuestro país, posee el mejor puesto posible en lo que refiere a la educación de sus jóvenes no solo en  nuestro país si no en todo el mundo.

Año tras año la tierra del vino tinto encabeza los mejores puestos del informe PISA que recoge el rendimiento académico de los alumnos en las materias de ciencias, matemáticas y lectura y superando muchos de los puestos más elevados del panorama internacional (Alemania, Noruega, Corea del Sur…) y también nacional en comparación con los desastrosos datos de comunidades como Andalucía o Extremadura.

La escuela ha tenido un relevante peso en nuestra comunidad de modo tradicional; cada pueblo ha contado siempre con su escuela para educar a los más jóvenes del lugar utilizando la educación como medio para que el niño pudiese ascender socialmente. Sin embargo a día de hoy, cada año son más aquellos colegios en pequeñas poblaciones rurales que se ven obligados a cerrar por el drama de la despoblación.

Por otro lado, la evolución de la educación de los núcleos urbanos ha ido por un camino bien diferente reforzando los programas de bilingüismo y buscando evitar el fracaso escolar de dichos núcleos.

La tradición de respeto al profesorado y una mayor exigencia en los estudios por parte de las familias y de los propios alumnos y la mayor implicación por parte de los padres en la vida escolar de sus hijos mediante el AMPA y otras asociaciones que permiten la comunicación entre todos estos focos son igualmente relevantes en nuestro panorama actual.

Así mismo, otro punto interesante es que no vivir en una comunidad con gran tradición nacionalista, existen pocas disonancias entre el Ministerio de Educación y la Junta de Castilla y León, lo que facilita una mayor cooperación.